martes, 20 de febrero de 2007

Una cita con Lennon




Al entrar, la armonía de la guitarra y la voz melosa de Sean Lennon ya está dando la partida a su show. El ambiente está expectante, y el público observa atento lo que el músico viene a mostrar a la sala 2 de Razz Matazz en Barcelona.

Frendly Fire, su último disco (segundo de solista después de Into to the Sun 1998) empieza a sonar; Dead Meat, Wait for Me poco a poco van liberando las aprensiones y expectativas, para dejarse llevar por un ambiente íntimo dirigido por un impecable Sean, acompañado de Yuka Honda (Cibo Matto), que en el teclado sostiene y dejar fluir pianos rockanroleros entre melodías amorosas, a ratos demasiado dulces de tanto corazón.
Spectacle eriza la piel justo cuando ya la lista de canciones escogidas se comienza a sentir monótona e inevitablemente empiezas a pensar en John, (que es lo que pasa cuando escuchas el disco a la ligera, como una suave música de fondo).

Sean se desmarca de los Beatles con un riff de Black Sabbath, como respuesta algún desatinado que hace la petición que todos han omitido, despertando una nueva esperanza, que de a poco se va fortaleciendo entre sonidos mas experimentales y psicodélicos y algo de folk con guitarra de palo, en los que realmente logra explotar su gran talento como guitarrista, compositor y cantante. Desde Jimmy Page a una versión de T-Rex, terminan por reforzar su declaración de influencias, necesarias para sortear la difícil tarea de despegarse de la imagen de su padre.

O no?, es que en momentos se sigue escuchando una inspiración similar o diría familiar, pero corriendo riesgos con elementos propios, muy finos por lo demás.
El concierto crece, envuelve con más intensidad, y deja feliz a la audiencia, que se convence de haber asistido a verlo por al menos una razón más que una cita con Lennon.

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